Por Cristian Villeda
Hoy tuve la oportunidad a una muestra de entregas finales de estudiantes de comunicación de mi alma mater, donde en específico presentaron trabajos realizados por los mismos alumnos, sin embargo caí en cuenta y más aun tocaron algunas fibras sensibles, al menos en mi persona, que me hicieron reflexionar sobre ese talento desperdiciado, desafortunadamente, en nuestro país.
¿Cuántos de nosotros soñamos de niños con el ser Astronautas, Bomberos, Bailarinas? Creo yo que la mayoría, si no es que todos de niños soñamos con serlo, pero honestamente respondámonos, ¿cuántos de nosotros realmente logramos ser lo que de niños soñamos? Simplemente con el paso del tiempo y conforme crecemos y adquirimos más y más limitantes sociales nos vemos envueltos y encaminados en rutas muy distintas a las que alguna vez soñamos de niños, sea por influencia social, familiar o más común, las oportunidades y necesidades económicos, al terminar nuestros estudios nos encontramos en un punto distinto al que en un principio imaginamos. Hacemos lo que podemos.
Sin embargo, el día de hoy me encuentro, y aunque desconozco si estos jóvenes de niños, alguno soñó con ser actriz, director, escritor, etc., que el talento efectivamente puede existir en cualquier parte, pero no cualquiera puede ser un gran artista y lo que ellos demostraron hoy por hoy, muy a pesar de ser un proyecto o una entrega final, han tocado fibras y me han dejado con lo que alguna vez una persona dijo “se vive de sueños, más no en sueños”.
Quisiera poder compartirles un poco de la muestra de estos chicos, lamentablemente no puedo hacerlo aun, sin embargo, más allá del talento y el esfuerzo, la verdadera y nata creatividad que estos chicos plasmaron en cada uno de estos cortometrajes, videos y producciones, demuestra la clara y basta calidad, talento y arte que tenemos frente a nosotros y que desafortunadamente en este nuestro México del nuevo milenio, no hemos aprendido a apreciar y apoyar a estas nuevas mentes que desesperadamente buscan abrirse paso y oportunidades, no solo de trabajo, si no de verdadero y puro desarrollo creativo, esa capacidad de poder realizar una producción de calidad, tanto técnica como artística, y que se vieron envueltos con grandes limitantes tecnológicas y que en su determinación y sudor, lograron llevar a cabo y mostrar a un público diverso, el fruto de ese esfuerzo, que para mí, es realmente el resultado de un auto-aprendizaje y un tirar-muros a base de una mentalidad positiva y creativa.
Sí, me da mucha pena y duele incluso el tener que decir que desgraciadamente en este país seguimos enfocados a no querer apoyar a mentes y manos tan bellamente creativas y trabajadoras como las de estos chicos, en que algunos de ellos hoy se lanzan a la batalla por encontrar un lugar de desarrollo profesional y personal, y que también, en algún momento por la situación que sigue atravesando este país desde hace muchas décadas, terminamos olvidando cosas como estas, esfuerzos que alguna vez hicimos no por pasar una materia, si no por que verdaderamente disfrutábamos en eso momento lo que hacíamos y encontrábamos nuestra verdadera pasión detrás de un lente, un guión o un aprendizaje.
Espero, y realmente les deseo a esta generación, quien merece todo mi respeto y admiración y a quienes, algunos de manera indirecta, tuve el honor de apoyar, como observador o simple asistente, que no se pierdan en los días y años por venir, más allá de luchar por sus sueños, seguir disfrutando de esa pasión a un arte, sea cine, televisión o radio, como productores, actores o creativos o simples colaboradores, como el primer día en que comenzaron a realizar estos proyectos y siempre agradeciéndose a sí mismos, a sus familias y sobre todo a su profesora, pieza importante en el desarrollo de este talento tan maravilloso.
Bien lo han dicho muchos deportistas y grandes personalidades, que la primera victoria o reconocimiento suele ser la más bella y la que más han disfrutado y sin embargo también, la última en la que han sentido una satisfacción pura.
Con mi apreciación, admiración y respeto a ustedes, los chicos de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, Materia de Televisión 2 del Cuatrimestre 11-3 de la UNITEC – Campus Atizapán y a su maravillosa Profesora y Productora, Jannina López (con quien tuve el gran honor de ser su alumno), para que sigan persiguiendo esos sueños y sean inspiración a las generaciones que vienen.
Gracias, por compartirlo.
